miércoles, 2 de septiembre de 2015

Éxodo y Revolución (I)

Los más recientes sucesos en la frontera venezolana y otras regiones del país, se han convertido en el tema de análisis para la opinión pública nacional e internacional debido al trato mediático y político que se le ha dado.

En realidad es un tema de peso y calibre, que debe llevarse de manera inteligente y sin tropiezos, no de forma brusca; pero si con carácter diplomático.

La situación está a la vista porque sucede entre argumentos políticos y económicos por un lado, por el otro; la opresión y la barbarie contra los pueblos fronterizos. Relacionado directamente con los derechos humanos, La situación en realidad se genera en medio del rechazo que sigue manifestando la oposición en Venezuela contra las políticas que lleva a cabo la Revolución Bolivariana, ahora guiadas por el Presidente Nicolás Maduro.

¿Qué quiere en realidad la oposición del Gobierno Revolucionario? ¿Cómo puede la revolución darle respuesta a la oposición? La respuesta no es tan complicada; la entrega del poder: Tantas estrategias aplicadas, sin resultados que hagan reflexionar esa manera de competir tan desleal para el país, muchas veces en extremo desmesurada y que dejan en la mayoría de la gente un reflejo de desencanto y dudas de como se es oposición.

Políticamente no hay propuestas que se puedan dar como posibles ante los nuevos tiempos y modelos de gobierno en nuestra región, al contrario; las formas de plantear, sin ninguna tesis posible, los llamados cambios que pregonan y que no se entienden ni se creen, porque no tienen base sustentable para el soberano, porque las teorías no son expuestas con criterios colectivos-, al contrario, personalistas y posesivos que no convencen ni aún a sus adeptos. Toda persona tiene derecho a vivir donde quiera.

Puede elegir a su gusto un apartamento, una ciudad e incluso un país. Sin embargo, pese a este derecho, pese a las causas que mueven a la gente a abandonar su patria, nos queda un sentimiento de alarma y preocupación por esas personas que toman tal.

No toda persona que se había habituado desde la infancia a un determinado modo de vida (y esté es un concepto que incluye muchísimos aspectos, desde las relaciones humanas hasta la forma de organización política de la sociedad) logra adaptarse a un medio ajeno, y no es casual que casi toda la masa inmigrante sigan viviendo en su “nueva patria” según sus hábitos, costumbres y tradiciones.

Desde hace muchos años, Venezuela ha sido una alternativa para la migración, desde países lejanos se han recibido personas que desean hacer de su vida en otra tierra, como su casa y destino permanente. Desde Colombia, por ser hermana y vecina, se ha trasladado hacia nuestra patria la mayor cantidad de inmigrantes, por diferentes motivos incluyendo el político.

Sin embargo en los últimos años se ha reflejado una forma de éxodo masivo desde la tierra del café y la cumbia, son varias las razones y una de ellas es la inestabilidad político económica. Visualizando a la tierra del joropo y la arepa como la más idónea para sobrevivir ante las necesidades que le producen las políticas neoliberales de sus gobiernos.

Desde la victoria del inolvidable presidente revolucionario y socialista Hugo Rafael Chávez Frías en 1999, se intensificó el tráfico de hermanos y hermanas desde su casa en Colombia, esa situación ha sido de un alto precio, tanto en recursos como en oportunidades para darles acogida y brindarles seguridad social, tan igual como a nuestra gente de Venezuela.. Paralelamente a esa bienvenida, Gobiernos que siguen las directrices del modelo capitalista imperialista han generado una serie de situaciones y eventos negativos en combinación con la llamada oposición venezolana.

Desde el sabotaje petrolero hasta el “pleno como la luna llena”, no han cesado en su afán por eliminar el modelo que el pueblo eligió en forma democrática y soberana.

                                                                                         Agustín Ruiz
                                               Publicado en El Oriental 2 de septiembre 2015